jueves, 22 de octubre de 2020

"El vuelo de la arcilla", antología de poemas

Os presento "El vuelo de la arcilla", un hermoso libro que recoge los poemas ganador y seleccionados, del certamen "Geoverso en el Geoparque", promovido por la Asociación "La Oruga Azul" y publicado por la editorial Hebras de Tinta. Hermoso y necesario, pues urge el cuidado de la Naturaleza: quién se atrevería  hoy a negar que el cambio climático está aquí, con sus desastrosas y universales consecuencias y que, dado el incremento en la velocidad de destrucción, resulta perentorio sanar las heridas del planeta.

Cubierta realzada por la magnífica
fotografía de Fernando Ortíz 


Salgo a pasear, por la sierra, por campos y jardines, miro al cielo, pasan las nubes... Cuesta creerlo, parece que todo está en su sitio. El mundo sigue siendo bello, en sentido idílico y edénico, aún gozamos de frondas frescas, flores y ríos bullidores. Bello también cuando nos enfrenta a las arenas del desierto, la violencia del tifón o la lava derramada. El mundo sabe ser bello incluso en su destrucción; a mí, por ejemplo, me arrebata el espectáculo del óxido en un desguace o la costra de salitre en el reseco mar de Aral. Pero no está en juego la belleza, sino la vida. La del planeta, la total: humana, animal, vegetal, geológica, mineral; la pureza de las aguas y del aire, el ritmo de las estaciones, de la lluvia y los vientos, el equilibrio entre seres y fuerzas.

No somos los amos, no tenemos derecho a disponer del planeta, es tan nuestro como de las mariposas o las chinches, las ardillas o las ratas. Necesitamos cambiar. Y renunciar, imposible el cambio sin la renuncia. El mejor reciclaje, no usar. El mejor coche, el combustible más limpio, la calefacción más barata: los no usados. Pero demasiado sé que a menudo no podemos elegir: el plástico nos inundará mientras sea un subproducto barato -baratísimo- del petróleo; el consumo excesivo se mantendrá mientras tantas -tantísimas- personas trabajen en la producción de "bienes" de consumo. Círculos viciosos, cadenas de producción y posesión que nos atan.

Pasmoso complejo industrial abandonado (Uzbekistán)

Me acosan cuestiones de difícil respuesta: "Somos demasiados, pero ¿quién sobra?"; "Debemos renunciar a lo superfluo, sin embargo, resulta que tú llamas superfluo a lo que yo considero imprescindible", "Hay que poner límites al desarrollo, pero ¿los países que llevan doscientos años destruyendo el planeta tienen derecho a imponer límites a aquellos que empiezan a destruirlo ahora?".

En uno de tantos países que han empezado a generar basura más tarde que otros (Perú)


No tengo las respuestas; reflexiono, en todo caso prefiero guiarme por organizaciones ecologistas más que por políticos profesionales; actúo, humildemente, en la medida que puedo: si me basta una bombilla, no enciendo dos; me abrigo, en vez de encender la calefacción; me ducho en tres minutos, uso el transporte público. Tantas pequeñas cosas... Y alguna grande: no medir éxito o felicidad por las posesiones o el dinero.

En un país rico, uno de los primeros y mayores trastocadores del equilibrio natural (Nueva York)

Observo, pienso, escribo. Participo en el "Vuelo de la arcilla" con este poema que resultó ganador, hecho que me alegra y me honra, pues de verdad que los poetas antologados son de altura:


Cambio de rumbo


Volvió la paloma,

guante de plástico colgando del pico.

No saldremos del arca,

todavía.

Llegaron las noches

y la luna entró por la rendija.


Un día creció la luz,

la rendija se volvió pantalla

y la paloma se transformó en sonda,

pero antes, su último regalo:

dos cucharillas, casi nuevas, para picnic.


Dormimos,

cápsulas de hibernación compartidas con animales.

Despertamos. Y no había luna,

sino un astro tras otro. Anónimos, perdidos.

Nuestra obsesión

corrigió el rumbo.


Al fin la Tierra, otra vez la Tierra:

compuertas abiertas, estampida feliz,

patas, cuernos, antenas, alas libres.

¿Saldremos del arca?

Nunca.

Noé,

que conocía nuestros corazones insaciables,

puso rumbo al infinito.


Incluyo los siguientes enlaces, para que podáis acceder a la reseña publicada por el poeta Enrique Villagrasa en la revista Librújula, y la aparecida en el Ideal.digital, que recoge el comentario de Carmen Hernández Montalbán.

http://www.librujula.com/actualidad/2864-poemas-para-joan-brossa-y-para-la-naturaleza

https://www.ideal.es/culturas/libros/libros-recomendados-semana-20201017000429-nt.html?fbclid=IwAR0qQiph3dMNMZLoIh5iVf6pLmY5A6t2qzXbjTfNyIH4N-pCKKII5BS_0CU

Por último, si alguien está interesado en adquirir el libro, puede contactar con laorugazul2013@gmail.com


9 comentarios:

  1. Agradable viaje sideral con Noé y toda su Fauna...

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  2. Enhorabuena a ti y a todos l@s seleccionad@s. Terrible y difícil, pero acertada la decisión de Noé. Visionario, Noé. Eres "una genia", querida Josefina.

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  3. Gracias. Tenemos un bellísimo planeta para cuidar y merecer.

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  4. Me haces reflexionar mucho, solo tenemos una casa común, la Tierra, y le estamos dando fuego. Tu manera de escribir me encanta Josefina! Cristina De Filippi Del Cerro

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    1. Gracias, Cristina. En cuestiones de ecología, nada mejor que no dejar huella.

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  5. Un abrazo Josefina de este patafísico que lee tus textos como si fueran suyos y que al verlos firmados por ti se siente gratamente desdoblado.

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  6. Hola Josefina,tus reflexiones y poemas, hoy más necesarios que nunca. Enhorabuena.

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