La casa sin lluvia (exploración del pasado)
"Tal
vez fue una venganza, inconsciente pero bien ganada, tal vez me vengué de ti
sin darme cuenta. Lo sospeché de pronto, una tarde sin fuego; comenzó a llover
y recordé que en la casa de tus padres, donde todavía vivías cuando te dejé, a
las primeras gotas bajaban las persianas rápidamente, con feroz urgencia; las
habitaciones quedaban a oscuras y no había más señal de lluvia que las
bombillas encendidas a una hora inusual. Sonaba la alarma de chaparrón y el
pasillo se volvía oscuro como el de un buque submarino.
Mientras,
tú y yo, en tu cuarto, nos dedicábamos a aquello que tú llamabas hacer el amor
y yo sospechaba una forma ridícula de sexo. Pero brillaba el clavel azul en una
botella y los Beatles sonaban para nosotros. Te amaba absoluta y absurdamente,
una imbécil en éxtasis, y tú dejándote querer, al tiempo que te acercabas a otras,
esgrimiendo mi dolor como bandera de libertad.
Huías,
me buscabas, me amabas hoy, mañana deseabas a esta y a aquella, a todas, sin
conseguir a ninguna, volvías pidiendo mi consuelo, me rechazabas; yo enloquecía
y lloraba.
El
clavel azul, envenenado por el tinte, lucía en la repisa. Nunca he vuelto a
comprar un clavel de ese color.
Tuvimos
un gato. Un gato, un clavel azul, cópulas mezquinas. Mi abandono te derrumbó.
Sencillamente no podía más, me harté. O tal vez necesitaba hacerte daño justo
en ese momento, cuando al fin me querías de verdad. Ha pasado una vida desde
entonces, pero no consigo olvidar que tu casa se convertía en un submarino,
hermético y oscuro, cuando llovía".
Fotografías no ilustrativas, elegidas por asociación de sentimientos.
Magnífico trazado de relato, una se queda con el simbolismo del clavel azul, con dejarse querer aunque no quiera, y amar absolutamente aunque él no se lo merezca. Gracias .
ResponderEliminarSi supiéramos cómo amar tan solo a quien lo merece... Gracias a ti.
EliminarSufrirímos menos pero la vida perdería emoción
EliminarPor qué figura como anónimo, soy Rosa
EliminarCualquiera sabe, lo de que figures como anónimo. Y tienes razón, perdería emoción. Además, alguien que no merece amor hoy, puede merecerlo mañana.
EliminarMuchas gracias Josefina. Estupenda historia. Me quedo con ganas de leer más.
ResponderEliminarTe lo resumo a mi manera y desde la amistad: el gato que está triste y azul
ResponderEliminarPues sí, tiene una parte de gato, de azul y de triste.
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