viernes, 23 de marzo de 2018

Como el pan de cada día


Me decía mi tío Cristóbal al felicitarme el día 19, por San José, que al fin, a sus 85 años, ha comprendido el proceso que lleva a la arterioesclerosis, al ictus, a las embolias: 


No hay forma de huir, por más que lo intentemos, vivimos atrapados en la infancia

nada de colesterol ni tonterías semejantes. Son los recuerdos, con lo mucho vivido el organismo se satura de recuerdos, circulan por la sangre, abruman el cerebro, se depositan en los rincones y taponan la entrada al hoy. Esto es lo normal, pero lo malo acontece cuando se unen, se agregan unos a otros, se funden en un corpúsculo de elementos imprescindibles e inseparables. "Y si no, fíjate -remachaba- operan a uno de un ictus, con éxito, pero no dura más de dos años, porque ya no sabe vivir sin el gran coágulo de sus recuerdos".


Y la arena medirá recuerdo y gloria


Un par de días después, el 21,se celebró el día mundial de la poesía. Mi tío Cristóbal no aparecía en los créditos; claro que no es poeta, no poeta oficial, sólo es médico cardiólogo.

viernes, 9 de marzo de 2018

Consignas diferentes


Hace un par de días colgué en Facebook esta frase de Robert L. Stevenson: 
"El hombre es un ser que vive no solamente de pan, sino principalmente de consignas".
Silencio en la red. Nadie comentó nada. Frase hipercrítica, impopular y especialmente inoportuna en vísperas del 8 de marzo, Día de la Mujer. Quizá si hubiera podido continuarla, habría causado mejor impresión, pero el espacio donde la puse no me permitía mayor número de letras; ahora que sí puedo, continúo la cita, tomada de los ensayos de Stevenson, que le acreditan como inteligente crítico de la sociedad y la vida:
"la pequeña escisión que divide a los dos sexos es ensanchada de modo sorprendente por el sencillo procedimiento de inculcar una serie de consignas a las muchachas y otra serie distinta a los muchachos".
Lo considero un análisis muy acertado y, si lo tomamos como punto de partida, el objetivo que debemos perseguir no es el de cambiar las consignas, sino el de reducirlas al máximo, hasta dejarlas en el mínimo imprescindible que permita un funcionamiento social armónico y una vida individual satisfactoria. Probablemente, nunca se llegue a tal bonanza, pero, aún así, urge desmontar las consignas más dañinas, unidas a las creencias más zafias y a comportamientos claramente criminales de plena vigencia.

Una casi mujer, una todavía niña, sola


Por descontado, analizar y desenmascarar no son tareas fáciles. Nada es fácil en este terreno de sexos, géneros, roles... Porque involucra intelecto, emociones y vísceras. Porque circula mucho machismo soterrado e ignorado incluso por quienes lo ejercen o  lo padecen. Por existir, hasta existe un capcioso machismo-leninismo. En fin, sobran laberintos donde perderse, espejismos y simulacros de liberación, cómplices en la lucha más que sospechosos. Y consignas, siguen sobrando consignas. Pero, con todo, me alegro del seguimiento masivo que han tenido huelga y manifestaciones en este reciente 8 de marzo.
Delantales al viento

Ignoro sus futuras repercusiones, pero al menos han generado, en sociedad y medios, inquietud y reflexión. Puede que incluso hagan pensar a los políticos y los lleven a predicar con el ejemplo, que es la mejor forma de educación.










STEVENSON, R.L.: Virginibus puerisque y otros ensayos. Alianza Ed.