jueves, 9 de julio de 2020

Dedicado a Guadix

Detalle de uno de los barrios de casas-cueva

Para quien no lo sepa: Guadix es una ciudad situada al norte de Sierra Nevada y perteneciente a la provincia de Granada
Me acuerdo tanto de Guadix... Para vivir prefiero Granada, cierto, pero Guadix fue mi primera ciudad adoptiva y creí que en ella me ganaría la vejez. Nada es seguro, nada dura para siempre, ningún plan resulta infalible, lo sabemos y sin embargo necesitamos planear.

Planear... Palabra con más de un sentido: sobre la tierra y el tiempo, sostenidos por el aire, hacia el ocaso, hacia el futuro.

Añoro a mis amigas y amigos de Guadix. Los echo en falta tanto como a sus cielos; claro que en Granada también los hay, y en todas partes, pero no son los mismos, o yo no los encuentro.

Iglesia de san Miguel (en primer plano), catedral y relieves de "badlands"

Irrepetible amistad, irrepetibles firmamentos, de nubes y luz, de viajes hacia el sol y nieve que se anuncia. Mejores no los conozco. La ciudad se despuebla, los barrios se vacían; "la arruga es bella", decían, "la ruina también", digo yo, pero Guadix se merece la belleza de una nueva juventud. Quizá para compensar el sentimiento de dolor que me causa pasear por su centro histórico, imaginé a los ángeles de la catedral sobrevolando a escondidas, de noche, sus calles, campos y cerros asombrosos, y con ellos compuse un poema.

Recordadlo: hasta los ángeles saborean la belleza de Guadix.

Cúpula de la catedral


Travesura de los ángeles lampadarios de la catedral de Guadix

-Cuanto pesa la luz en la lámpara dormida,

cuánto duelen las alas de ya nunca volar,

dime, ¿vendrás conmigo, si planeo la huida?

-No me atrevo, me asusta abandonar mi hogar.

Aunque... Si es por un rato, una breve salida...

-Sí, vamos y volvemos, nadie se enterará.


Y a la siguiente noche de la luna escondida

jugaron a ser niños con alas que estrenar,

de Guadix a los cerros, a las cumbres erguidas...

A la urgencia del alba el arrebol de la vida

ayudó a que llegaran a tiempo a su lugar.

Para todos pasó la andanza inadvertida,

ni el sacristán oyó sus voces contenidas:

-Eh, ¿lo repetiremos?
                                   -Cómo no. Sin dudar.



    




Uno de los dos ángeles lampadarios esculpidos por Torcuato Ruiz del Peral. 

Son dos, y al parecer, se llevan bien.   

Mis fotografías no les hacen justicia, ni a los ángeles ni a Guadix. 

Mecerecen una visita, para contemplar, primero; sentir, a continuación. Y fotografiar, si apetece.            






Atmósfera, tormenta, "badlands"
   
Perfil al llegar la noche
          
Altiplano y Sierra Nevada

Chimenea industrial, paso a nivel del ferrocarril, cerros, nieve.