Se multiplican los “días
de”: el “Día Internacional de la Paz”, “de la Felicidad”, “de los Bosques”, “de
la Mujer y la Niña en la Ciencia”... Ni caso, me desentiendo de ellos; quizá
porque aun perteneciendo a una familia no creyente, me crié entre santos y
fiestas de guardar, bajo el régimen del nacional catolicismo; quizá porque en
cada celebración de importancia nos caían los sermones con su empachosa dosis
de adoctrinamiento; quizá porque desde muy niña comprendí que, con respecto a
la justicia, cultura y armonía social, importan más los hechos que las
palabras... Por una causa u otra, contemplo la sucesión de días “dedicados a”
como un santoral laico, diferente, sí, pero de vocación igualmente ideológica y
apremiante. Claro que nadie me obliga a celebrarlos y es lo que hago: prescindir
de santidades y alimentar el fuego sagrado a mi manera.
Si fuera coherente con todo
lo anterior, el 21 de marzo no celebraría el Día Mundial de la Poesía; sin
embargo, me alegro de que cuenten conmigo, de contactar con colegas, amigos y
conocidos; me apetece leer en voz alta alguno de mis poemas y que alguien lo
escuche. Así soy, así somos, contradictorios; a veces, felizmente
contradictorios.
No sé definir la poesía, ni
la que tejo con palabras, ni la que modelo con formas visuales. Comunico
la primera con libros, lecturas, recitales. La segunda con alguna exposición
física y este blog, entre otros medios virtuales.
Han pasado ya meses, tal vez
un año, desde que envié tres obras al Museo Mínimo Itinerante de Poesía Visual,
y me encanta lo de “mínimo” y lo de “itinerante”, suena a hormiguita afanosa
que transporta el pétalo donde dibujó un poema. Entonces, cuando Manel Antolí y
Myriam Mercader Varela me invitaron a la participación, andaba yo en piezas
llenas de colores y torsiones, barrocas, muy elaboradas. Ahora, en cambio, me
apetece la sobriedad, la gama de grises sostenida en los extremos del blanco y
el negro, las formas realistas de fotografías sin alterar. Con la significativa
presencia del hallazgo escrito; es decir, esas palabras, letras y números que
abundan en entornos humanos, informando y matizando espacios y huellas.
Invito a leer, observar y
encontrar poesía, en cualquier momento, en cualquier fecha. Y os muestro unas
cuantas obras, las tres que participan en el MMIPV y las más actuales, aún inéditas.
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PRESAGIO (MMIPV) |
.JPG) |
LA FAMILIA MOORE DESCANSA BAJO EL CIELO DE NUEVA YORK (MMIPV)
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SUEÑA LA ARAÑA (MMIPV) |
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ACORDONADA |
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TU SILENCIO |
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PARA VENDER WHISKY |
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AL CONTRARIO |
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LA INVASIÓN DEL POLLO FRITO
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CARNE |
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MIRAR PARA OTRO LADO
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IDENTIDAD
 | DOMINIO
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