Con esta segunda parte de "Reflejos de los vivos" regreso a la belleza de los camposantos, lugares de meditación y respeto, a veces tan bien provistos de monumentos artísticos como éste, el Cementerio General de Valencia. Vuelven los niños tristes, la hora fatal, el torero admirado y el matrimonio feliz que no teme a la muerte... Más un toque de humor de Sokan y un poema que escribí recordando a los habitantes pétreos de este cementerio valenciano.
Si alguien preguntara
adónde ha ido Sokan:
decid tan solo:
“Tenía cosas que hacer
en el otro mundo”.
Yamazaki Sokan (Japón, 1465-1553)
Tareas del otro mundo
Tanto que hacer en ese allá oculto:
bailar en los senderos,
amansar a los dragones,
mirar la hora
a la luz de fuegos fatuos,
acunar a los ángeles niños
prematuramente cargados de tristeza.
Navegar tierra adentro,
más allá de las raíces,
buscando las venas del agua
para brotar en la fuente
y unirse al sol que encarna en las naranjas.
Olvidar la despedida y el llanto,
pues... al fin, a todo se acostumbra uno
y la costumbre de soñar
se ha vuelto una segunda naturaleza
en los muertos
de este cementerio,
conformes en la belleza
de tan cuidados sepulcros.
1. Un ángel fuerte (por el martillo) |
2. Dan ganas de cogerlo en brazos y cantarle una nana 3. Este está mas crecido, pero también merece una caricia
Preciosa conclusión de "Reflejos de los vivos".
ResponderEliminarPreciosa poesía que se continúa con tus fotos y sus pies.
Muchas gracias Josefina por asomarnos a esos bellos reflejos a los que normalmente damos la espalda.
Gracias, a ti, Mercedes. Admiro el último monumento, esa pareja, sin duda matrimonio, tan seguros de su pervivencia, de su triunfo sobre la muerte. Eso me transmiten.
EliminarLa pareja me hace pensar en su confianza de seguir juntos en el Más Allá. Eso les da tranquilidad,una serenidad ante la muerte que ya quisiera yo sentir. Gracias por darnos la oportunidad de reflexionar con tus preciosas imágenes y pies de foto
ResponderEliminarExacto: "Eso quisiera yo sentir". Gracias.
EliminarEstupendas fotos y sabias reflexiones.
ResponderEliminarGracias, Arcodeon. A ver si consigo ver mejor tu foto y te reconozco.
EliminarHola Josefina, muy buena y gráfica representación de las tumbas, Las piedras angélicales sobreviven a los vivos que están muy muertos. Llama la atención la del juicio final. Cuestión de fé, ¿Seremos zombiees ?
ResponderEliminarEl poema me ha gustado mucho, y las tumbas se puede decir que no son de gente corriente, pero eso no es importante, las fotos son muy buenas un comentario por cada una de ellas. algunos muertos "viven" mejor que muchos vivos. Los cementerios suelen contar historias de quienes los habitan.
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