jueves, 1 de noviembre de 2018

Mortalmente vivos



Tu nombre

Tú eres el corazón que late

en el lirio azul de mi ventana.

Pero también el lívido jazmín oculto

entre las pesadas hojas de mis libros.

Una dalia dormida,

una rosa quemada,

un clavel que, robado entre las tumbas,

se estremece en el cuenco de mis manos.


Me acerco a ti

esquivando incontables mármoles escritos,

queriendo ahondar en el misterio de tu nombre

ya por siempre subrayado por dos fechas.

Tu nombre amado,

tu nombre libre,

tu nombre vivo.


Y me repito,

clavándome las uñas en el alma,

que lo que fue, será,

que el milagro, una vez nacido,

ha de vivir para siempre.


Y regreso confusa al latido de los lirios luminosos

y al silencio de los jazmines escondidos.





Un poema que forma parte del libro que nació de la muerte de mi querido Arturo. Ha pasado el tiempo,voy comprendiendo la necesidad de la muerte, o aceptándola al menos.

Todos estamos mortalmente vivos.


(Mortalmente vivo, editorial Dauro, 2014).

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