Para capturar el momento, ese momento de las luces, las sombras, volúmenes y movimientos.
Por dar un paseo entre la infinita
sucesión de situaciones, objetos, seres.
“Me olvidarás”, dicen las cosas,
los pájaros, los árboles.
Fotografío para no olvidar. O tal
vez para olvidar mejor.
Tímidos. Acuden al baile y no bailan. Se esconden en un rincón, observan.
Me parapeto tras la cámara; me
proporciona distancia, sin que llegue a ser demasiada, la justa para evitar el baile sin dejar de sentir la música.
Observar. Retratar.
Quisiera
haber retratado a miles de personas, muy especialmente a aquellas que han sido
importantes para mí: no lo he hecho. Las veía tan a menudo... hasta que un día
dejé de verlas. Sin embargo, no aprendo; sigo fotografiando más pájaros que
amigos, más ángulos de luz o de sombra que amigas, más árboles que miembros de
mi familia.
Tal vez se deba a que ni árboles ni patos se quejan, nunca me han dicho “me has sacado gordo” o “ese pico no parece el mío”; tampoco exigen programas de embellecimiento.
Tal vez por mi maldita timidez, o porque me gusta
fotografiar a solas, en silencio, viviéndolo como una forma de introspección.
Introspección: manera de explorar
el Universo.
Mi fotografía: instrumento de
Heráclito, aprendizaje de la duda, posiblemente un juego.
11. Contraluz de la estación de autobuses de Granada, ¿recordáis sus tiempos de aspiraciones vanguardistas?
16. Habitante del Museo de Jaén.
17. De refilón en la Puerta de la Justicia.
18. Deseando salir.
Excelentes fotos: Hacen inmortales los sentimientos pasajeros. Los que sentimos con la forzada rapidez cotidiana, de continuo. Al volver a verlos -y vivirlos-; nos llevan hacia la nostalgia y recuerdo de nuestro largo camino recorrido...
ResponderEliminarInstantes, formas, vida. Celebración de lo efímero.
ResponderEliminarGracias.