jueves, 12 de diciembre de 2024

3. Belchite Viejo. Fotografías de noviembre del 2024 (3)

 

3. Belchite, pueblo de historia larga (restos de la edad del Bronce) mantuvo una economía agrícola próspera, especialmente entre los siglos XVII y XVIII, y una compostura de finas torres mudéjares y monumentos arquitectónicos sólidos, como sus cuatro puertas de entrada orientadas a los cuatro puntos cardinales. A día de hoy conserva el Arco de la Villa (restaurado en 2008), la iglesia de San Martín de Tours (mudéjar, en restauración) y la de San Juan (siglo XVI, torre del Reloj), parte del convento de San Rafael (hermanas domínicas, siglo XVIII), y del Convento de San Agustín (siglo XVIII, agustinos, barroco).

Con anterioridad a la Guerra Civil, Belchite ya había servido de escenario a batallas cruentas y perdidas; la más notable la ocurrida en 1809 en el marco de la Guerra de la Independencia; Palafox se asentó en la villa para enfrentarse al ejército francés: derrota y destrucción, victoria francesa que figura en el Arco de Triunfo de París. De esta guerra Belchite salió debilitado, pero nada comparable a la aniquilación que sufrió en el verano del 37. El ejército republicano, atendiendo a objetivos militares (abrirse paso a Zaragoza) y políticos (se habla del afán de ganar prestigio internacional), cercó y asaltó la ciudad; la resistencia fue enconada, se sucedieron bombardeos sistemáticos, combates casa por casa, la rendición y huida desesperada de unas trescientas personas… Cuando el ejército republicano tomó el pueblo, habían muerto unas cinco mil personas, en quince días (del 24 de agosto al 6 de septiembre).

No es mi intención ofrecer aquí la historia detallada de la Batalla de Belchite, con todas sus implicaciones y consecuencias, de manera que de un salto me planto en el final: la victoria franquista y la decisión de no reconstruir el pueblo, de conservarlo como testimonio de la devastación bélica. Sin duda, en un principio, se pretendía señalar la saña destructiva de “los rojos”, pero gran parte de los españoles comenzó a entenderlo como símbolo de la atrocidad de la guerra, de cualquier guerra. Así se manifiesta ahora y así lo entiendo yo; con ese espíritu antibelicista se abre a las visitas, lo que no impide reflexionar sobre las circunstancias concretas de la terrible Guerra Civil.

                    35. San Martín.

    36. Claroscuro y torre de san Agustín.

    37. Algo de ornamentación se adivina.

    38. La Torre del Reloj (de san Juan) ha sido consolidada desde su interior.

    39. Evidente contraluz.

                              40. San Martín.

    41.
                              42. Convento.

    43. Hay en marcha varias labores de restauración.

                           44. San Martín de Tours,  en proceso de restauración interior; no visitable.

    45. Idem, fachada visible a pesar del contraluz.

    46. San Agustín.

                              47. Aunque no se permite la visita, por riesgo de derrumbe, sí es posible divisar las arcadas interiores.

    48. Idem.

    49. Donde estuvo la cúpula.

    50. Idem, algún resto de ornamentación pictórica.

                              51. Arcos, pechina.

















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