1. BELCHITE VIEJO (noviembre del 20024)
He pasado dos veces por el Belchite viejo; la primera en 2001, la segunda veintitrés
años después, y he comprobado que las ruinas cambian, generando nuevas ruinas. ¿Nuevas?, ¿puede haber algo nuevo
en la destrucción creciente? Solo una cosa: las fotos recién tomadas. Las he
sometido a tratamientos digitales, persiguiendo la expresión más que la documentación.
Mientras trabajaba en ellas, busqué una música que me acompañara; por casualidad –eso
creo─ encontré a King Crimson, el grupo de rock progresivo de los años setenta,
al que llevaba tiempo sin escuchar.
Descubrí
así que a la corte del Rey Carmesí pertenecen mis imágenes: los cascarones que
fueron casas, la fuente sin agua, las torres vacilantes, las formas modeladas a
golpes de luz violenta. Más lo invisible, condensado en el trujal, pozo al
que los muertos fueron arrojados sin miramientos para librarse de su hedor
insoportable.
Seguí
con King Crimson: comprendí que su Epitafio, bellísima canción, le cuadra
perfectamente al Belchite Viejo.
2. El Belchite Viejo ha sufrido un intenso y extenso vandalismo; ha sido una buena decisión cercarlo
Me encantan las fotografías: un puñetazo. Todas.
ResponderEliminarGracias, no pretendía yo tanto como dar puñetazos, pero te entiendo.
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